En Argentina, la mayoría de las viviendas todavía se construyen con el sistema tradicional de ladrillos y cemento. La mampostería es sinónimo de solidez y confianza para varias generaciones. Sin embargo, el contexto actual —inflación, aumento de tarifas energéticas y necesidad de acortar plazos— está empujando a muchas familias y desarrolladores a explorar sistemas alternativos como el Wood Frame, ampliamente utilizado en Estados Unidos, Canadá y Europa.
La pregunta es: ¿qué conviene hoy?
1. Costos y tiempos de obra
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Mampostería: suele ser más accesible en la inversión inicial de materiales básicos, pero al requerir más mano de obra y mayor tiempo de ejecución, el costo final puede dispararse en un contexto inflacionario. Una casa promedio puede tardar de 8 a 12 meses en finalizarse.
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Wood Frame: requiere una inversión inicial un poco más alta en materiales industrializados, pero reduce los tiempos de construcción a la mitad (4 a 6 meses en promedio). Acortar plazos significa gastar menos en alquileres, honorarios y evitar los aumentos de precios de materiales durante la obra.
2. Eficiencia energética
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Mampostería: aísla dependiendo del tipo de ladrillo y espesor de pared, aunque muchas veces se necesitan aislantes adicionales.
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Wood Frame: incluye aislación térmica en sus muros como parte del sistema, lo que genera un ahorro energético inmediato. En un país donde las tarifas de gas y electricidad suben año tras año, esta diferencia se vuelve decisiva.
3. Sustentabilidad
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Mampostería: aunque confiable, su producción (cemento, ladrillos) es más contaminante y de alto impacto ambiental.
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Wood Frame: utiliza madera proveniente de bosques cultivados, renovables y certificados. Esto convierte al sistema en una alternativa mucho más sustentable.
4. Flexibilidad y diseño
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Mampostería: ofrece versatilidad y la “sensación de solidez” que muchos buscan, con gran libertad arquitectónica.
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Wood Frame: permite diseños modernos, ampliaciones más fáciles y precisión gracias a un sistema industrializado. La estética final no se diferencia de una casa de ladrillos, pero con mejores prestaciones térmicas.
Conclusión
La mampostería seguirá siendo elegida por tradición y confianza. Sin embargo, el Wood Frame se posiciona como una solución moderna frente al contexto económico argentino: menos tiempo de obra, ahorro energético y mayor previsibilidad en los costos.
Más que una moda importada, el Wood Frame representa un cambio de paradigma en la forma de construir, adaptado a las necesidades actuales de las familias argentinas.


