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En un país donde la construcción tradicional con ladrillo y cemento es la norma, hablar de Wood Frame puede sonar novedoso. Sin embargo, este sistema lleva décadas consolidado en países como Estados Unidos, Canadá y gran parte de Europa, y poco a poco empieza a ganar espacio en Argentina como una alternativa más rápida, sustentable y eficiente.


¿Qué es el sistema Wood Frame?

Se trata de un método constructivo basado en una estructura de madera industrializada que conforma el esqueleto de la vivienda. Los muros se completan con aislantes, placas y terminaciones que garantizan confort y resistencia.

Lejos de ser una “casa de madera” en el sentido tradicional, el Wood Frame es un sistema moderno, estandarizado y con controles de calidad que aseguran durabilidad.


Ventajas en el contexto argentino

  • Velocidad de construcción: una vivienda puede levantarse en menos de la mitad del tiempo que requiere la mampostería tradicional.

  • Aislamiento térmico y acústico: la combinación de madera y aislantes permite un desempeño superior, clave frente a los aumentos en tarifas de gas y electricidad.

  • Sustentabilidad: al usar madera proveniente de bosques gestionados, se trata de un sistema con baja huella ambiental.

  • Flexibilidad en el diseño: adaptable a estilos modernos o rústicos, permite ampliar o modificar la vivienda con facilidad.


¿Por qué elegir Wood Frame hoy en Argentina?

En un escenario donde cada mes de obra significa mayores costos por la inflación, y donde la eficiencia energética se convierte en una necesidad económica, el Wood Frame aparece como una respuesta inteligente y competitiva.
Además, el crecimiento de la industria forestal en provincias como Misiones y Corrientes aporta materia prima de calidad para expandir este tipo de construcciones en el país.


Un sistema con futuro

Aunque todavía representa un porcentaje pequeño del mercado, el Wood Frame está demostrando ser una opción confiable para familias y desarrolladores que buscan velocidad, sustentabilidad y previsibilidad en los costos.
La tendencia indica que, al igual que en otros países, la madera dejará de ser un “material alternativo” para convertirse en protagonista de la vivienda del futuro.