Aunque en Argentina todavía predomina la construcción tradicional en ladrillo y cemento, cada vez más personas y desarrolladores se animan a dar el salto hacia sistemas industrializados. El Steel Frame, basado en estructuras de acero galvanizado, está demostrando en la práctica por qué es una de las soluciones más competitivas del mercado.
Una familia que buscaba previsibilidad
Carolina y Martín comenzaron su obra en 2023 con un presupuesto ajustado. “Con la inflación, nos daba miedo arrancar con ladrillo y que a mitad de camino no nos alcanzara. Con Steel Frame nos dieron un presupuesto cerrado y lo cumplieron”, explican.
En solo 6 meses tuvieron lista su vivienda de 120 m². “No hubo sorpresas y eso nos dio mucha tranquilidad”, remarcan.
Un emprendedor que no podía esperar
En Rosario, Alejandro necesitaba abrir un local comercial en tiempo récord. “El alquiler me estaba comiendo, cada mes perdido era plata tirada”, cuenta.
Eligió Steel Frame y en menos de 90 días ya estaba inaugurando. “Fue una inversión inteligente porque recuperé rápido el costo inicial”, asegura.
Desarrolladores que piensan en escala
Algunas constructoras ya lanzaron barrios y complejos en Steel Frame. La clave: acortar plazos y garantizar calidad uniforme. “En un país con inflación, reducir el tiempo de obra en un 40% hace toda la diferencia. Además, la eficiencia energética de estas viviendas atrae cada vez más compradores”, señala un arquitecto a cargo de un emprendimiento en zona norte.
Resultados comprobados
Las experiencias coinciden en varios puntos:
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Tiempos de obra más cortos, que ayudan a evitar sobrecostos.
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Eficiencia energética, con ahorros en calefacción y refrigeración.
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Durabilidad y baja necesidad de mantenimiento gracias al acero galvanizado.
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Previsibilidad de costos, algo clave en la economía argentina.
Un cambio cultural en marcha
El Steel Frame ya no es solo “la construcción del futuro”. Hoy es una alternativa real, probada y elegida por familias, emprendedores y desarrolladores que buscan soluciones rápidas, seguras y rentables.
En un contexto donde el tiempo y el dinero son recursos cada vez más escasos, este sistema se consolida como una apuesta estratégica para quienes quieren construir sin sorpresas.
